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Ministro Pedro Benítez Díaz
1931 - 2020

Biografía

Edad: 89 años
Fecha de nacimiento: 23 / 02 / 1931
Lugar de nacimiento: El Guayabo Chico, Susupuato, Michoacán
Fecha de defunción: 08 / 04 / 2020

“Dichoso el que tu escogieres, e hicieres llegar a ti…” Fue elegido este varón y su familia: Dios había puesto ya señal sobre él para que recibiese la gracia infinita juntamente con los suyos; para que viniese del error a la verdad; de muerte a vida, de las tinieblas a la luz admirable; y al amor verdadero de Dios que excede a todo conocimiento.

Hombre de campo, labrador de la tierra, siempre paciente al esperar la lluvia del cielo, la temprana y la tardía, para recoger con gozo el fruto del trabajo en bendición de Dios. Nació el 23 de febrero de 1931 en un pueblito llamado El Guayabo chico municipio de Susupuato, Michoacán. Esposo de la Hna. Justina Arroyo Robles y padre de 12 hijos: Bulmaro, Gustavo (finado), Paula (Finada), Ester, Jonathan, Aidén (Finada), Misael, Betuel, Naín, Febi, Rubén (Finado) y Josué.

Fue enseñado por sus padres en el camino de las gentes, en aquel donde la tradición vale más que la razón y la verdad. Nunca se mostró muy devoto, o conforme con esa vida religiosa, continuamente era visitado por pensamientos que ponían en duda la veracidad de aquellas prácticas. A los 24 años de edad en el año 1955 comenzó a ser frecuentado y evangelizado en la verdad divina por el hno. Ramón Arroyo, Cruz Colín y Librado Gómez, miembros de la Iglesia de Dios, quienes a pesar de ser sin letras, bajo la dirección del espíritu santo le abrían las sagradas escrituras hablándole del amor de Dios y su plan redentivo para toda la humanidad, mostrándole algunos pasajes bíblicos que tenían marcados en su biblia, encontrando cada palabra que salían de sus labios con tanta vehemencia, escritas en ese volumen sagrado.

Con tan solo cursar un mes de estudios en la escuela primaria y la pasión tan ardiente en el estudio de la biblia dominó la lectura fluida, y bajo la misericordia de Dios obtuvo acceso a la comprensión de las palabras de vida eterna. Desde ese día dejose guiar por la mano de Dios en este camino nuevo y más excelente.

Fue así como la fe en lo que se veía se convirtió en una fe inquebrantable que cree, confía y espera en aquello intangible e invisible y eterno. Su amor a Dios lo llevó a abrazar el camino de la verdad con apego, no sin antes ser probado por el maligno. En repetidas ocasiones su progenitor lo acosaba a no convertirse a esa fe distinta. Con constantes amenazas lo importunaba a dejar de recibir los estudios que los hermanos de la Iglesia de Dios le impartían. Cuando comenzó a asistir al templo, lo tuvo que hacer a escondidas de su papá. Un sábado tal fue la osadía de su padre, que decidió seguirlo hasta el templo, y dando voces desde afuera porfiaba a que saliese del lugar y regresase con él a casa. Después de sentirse apenado salió contrariado del santuario y caminó a casa entristecido. Al llegar le fue propinado un escarmiento junto con una fuerte declaración: “¡Prefiero verte tirado de borracho que verte metido en esa religión! ¡Si eliges ese camino, olvídate en estos momentos que tienes padre!”.

Como era de esperarse (tal cual ha sido en todos los que hemos gustado la gracia divida, cuando tenemos que elegir entre el supremo Dios y la familia, o el trabajo, o las riquezas u otra cosa temporal; elegimos a ese ser maravilloso que nos amó a nosotros primero, al que no escatimó ni a su propio hijo, antes lo entrego a padecimientos y muerte por nuestro rescate) así es, eligió a Dios, escogió la herencia perdurable, y después de la prueba consolidó su alianza con el Soberano Creador. En el año de 1957, a solos dos años después de recibir la buena nueva del evangelio y ser probado en su fe, fue bautizado con el bautismo de nuestro Señor Jesucristo tal y como lo señala la escritura por nuestro hermano Min. Encarnación González Rocha, Padre de nuestro hermano Min. Bulmaro González Hinojosa (Finado) y Min. Horacio González Hinojosa.

De la localidad del Carrizal donde permaneció viviendo muchos años, se trasladó a Santa Ana, municipio de Benito Juárez en el mismo estado de Michoacán. Colaboró en el pastoreo de la iglesia en ese lugar, apoyando al hno. Ignacio Bejarano quien fungía hasta ese momento como pastor. Mismo que a la postre le cedió el cuidado y pastoreo de la iglesia, siendo ratificado por los ministros encargados de la obra en aquellos días. En el año de 1963 fue nombrado Obrero de la iglesia de Dios por imposición de manos, y Diacono dos años después, teniendo lugar en los oficios los ministros Encarnación González Rocha y Bulmaro González Hinojosa.

Desde sus inicios en el ministerio mostró un amor inmensurable por la obra, esforzándose en prepararse cada día para servir mejor a Dios y a su iglesia. Largas horas de escudriño constante lo ocupaban, seguido de una práctica que aprendió de primera mano, era concluyente para el éxito espiritual: La oración. En el descubrimiento de cuestiones que mostraban dificultad para ser interpretadas, acudía al ministro más cercano en auxilio. Tal acción fue realizada en repetidas ocasiones, aunque esto conllevara caminar por algunas horas para encontrar las respuestas deseadas.

En el año de 1975 después de ser evaluado su desempeño ministerial y la obra que se le había confiado, fue exaltado a la categoría de ministro por nuestro hno. Min Encarnación González Rocha y Min. Bulmaro González Hinojosa mismos que oficiaron en tan honorable acto.

Dentro de su trayectoria ministerial en esos días, resalta el apoyo en atención a iglesias del estado de México y Guanajuato, que una ocasión se extendió hasta 6 meses, recibiendo tal comisión de las autoridades de la organización; permitiéndole solo poder ver a su familia cada cierto tiempo. La valentía, la prudencia y la virtud de Dios en su esposa, nuestra muy apreciada hermana Justina, fueron un bálsamo y un baluarte para fortalecer su trabajo ministerial. Fueron épocas duras, de sufrimiento, de carencias, pero también de un constante apego y dependencia de Dios, porque sin su ayuda esto que vemos hoy, simplemente no podría ser.

A mediados del año, el 13 de Julio en medio de la carestía y la falta de trabajo en la región y la necesidad del mantenimiento diario para toda su casa, emigró a la localidad de Lombardía, esto después de poner el asunto en manos de Dios y recibir las diestras de las autoridades ministeriales de la zona, porque, aunque no había iglesia de Dios en tal lugar, él los convenció que con ayuda de nuestro Señor pronto habría una.

Cuando logró llegar a su destino, buscó casa se instaló con su familia y procuró acomodarse a la dinámica laboral del lugar, se alquilaba como trabajador, hasta que el Señor le permitió la oportunidad de tomar en renta una parcela y trabajarla. Todos los días antes de amanecer salía de casa en busca del sustento, y al llegar al campo, no perdía la oportunidad de sembrar buenos principios espirituales en sus hijos, les enseñó a que antes de iniciar la jornada del día se debía quitarse el sombrero y orar a Dios dando gracias por sus bondades y pidiendo que desde el cielo bendijera el campo y sus manos que lo trabajarían.

Así como entre alabanzas y alegría sembraba la tierra en espera del fruto, también comenzó a sembrar la semilla del evangelio por todo el pueblo, y con amor, paciencia y gran perseverancia continuó esa obra hasta conformar la congregación que hasta el día de hoy permanece viva y caminando en la senda de la verdad.

Su labor evangelista lo llevó a salir de casa en repetidas ocasiones, iniciar con los primeros rayos de sol y regresar con los últimos, recorría calles, colonias, pueblos, pues su compromiso con Dios no se limitaba al lugar donde Dios le había permitido llegar, sino aun tomando el autobús salía a lugares apartados con la esperanza de regar la semilla en campos que nunca habían recibido tan hermosa simiente, y que el Dios que movía su corazón y hacia fuertes sus pies enviaría esa lluvia de gracia para salvación de las gentes; esperaba paciente ver esos campos florecientes, escuchar el nombre del Dios vivo en las alabanzas de aquellos que no eran pueblo, pero que ahora por gracia lo serían, y los que no habían alcanzado misericordia, más ahora vivían por ella.

Dentro de las congregaciones que fueron levantadas por gracia de Dios, y el apoyo de algunos hermanos, así como el arduo trabajo evangelístico de nuestro hermano Min. Pedro Benítez, son localidades que conforman actualmente la REGION 20 de Michoacán Poniente: Templo “LAODICEA” en el municipio de Gabriel Zamora (Lombardía), Templo “BEER-SEBA” en Guacamayas Municipio de Lázaro Cárdenas, Templo “PIEDRA ANGULAR” del municipio de Uruapan, Templo “EL SILOE” en Nueva Italia municipio de MÚGICA, Templo “JERIEL” en municipio de Peribán de Ramos.

La labor incansable lo llevó a mes con mes visitar las distintas congregaciones, continuando alimentando la fe y el ánimo de los hermanos, capacitando y orientando al ministerio nuevo a manifestar compromiso y fidelidad a Dios y su obra. Su entrega y devoción fue conocida en toda la región, digno de confianza y gran consejero. Apreciado por pequeños y grandes, debido a su humildad que lo llevaba a conversar y crear vínculos con facilidad tanto con niños, jóvenes, adultos y ancianos por igual.

Su celo y apego a las escrituras, lo consolido como un gran ministro y compañero en el ministerio. Existe el testimonio fehaciente que logró formar una relación de amistad y compañerismo fuerte con nuestro Hermano Ministro Bulmaro González (Finado) con quien compartió grandes vivencias y trabajo en la edificación de la obra en estas tierras michoacanas.

Alguien más recuerda que desde el principio nuestro hermano Min. Pedro Benítez impulso la unión y el avivamiento espiritual de la región a través de reuniones de fin de trimestre de todas las iglesias, a pesar de que las distancias que recorrían oscilaban entre las cinco a ocho horas de camino. Incluso dentro del trabajo ministerial nuestro hermano Ministro llego hasta la localidad de Alcholoa Guerrero, quien se integró a esta región participando en estas reuniones trimestrales, de la cual fue cede en un par de ocasiones.

Antes del año 2000 nuestro hermano Ministro fue diagnosticado con una enfermedad Crónico-degenerativa, misma que a la postre y su edad avanzada le impidieron prolongar su servicio como pastor en la localidad de Lombardía, así como continuar con el mismo ímpetu en la obra de la región, más sin en cambio de manera mesurada hasta nuestros días se contempla su perseverancia y la influencia espiritual que su ejemplo y su consejo provoca en las congregaciones y en todo el cuerpo ministerial.

Actualmente a sus 89 años, nuestro hermano Ministro camina con sus propios pies tres cuadras para llegar al santuario, hay registro que no falta a ningún servicio de miércoles, recepción del día de reposo y el culto del sábado, siendo el primero en llegar incluso hasta una hora antes de cada servicio.

Aunque su memoria no es la misma, algunos recuerdos de la obra, himnos, y pasajes de la escritura permanecen intactos y no duda en compartirlos dada la oportunidad. Muestra nostalgia de recordar sus grandes momentos y la forma en que podía ser útil para Dios y su obra. Aun con ello se mantiene activo espiritualmente, presentando alabanzas en solista en los momentos de himnos especiales, realizando oficios de oración y unción de enfermos, dando consejos matrimoniales, familiares e instrucción y respaldo al ministerio local y regional.

Muy pocos conocen la labor que en silencio está realizando a favor de toda nuestra amada iglesia, pues ha hecho suyas las palabras del Apóstol Pablo: “Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad, en toda sabiduría y espiritual inteligencia; para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, fructificando en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios: corroborados de toda fortaleza, conforme a la potencia de su gloria, para tolerancia y largura de ánimo con gozo;” y ha establecido para sí un programa diario de oración, ejerciéndolo sin interrupción como un voto a Dios desde el día en que dejo de ejercer el pastorado de la congregación donde ministraba (año 2000), tal y como se muestra a continuación:

PROGRAMA DE ORACION DIARIA (DOMINGO A VIERNES)

Horario Oración

12:00pm Por toda la iglesia y sus necesidades en general.
13:00 Por las necesidades del ministerio y que Dios brinde capacidad para instruir a la iglesia.
14:00 Para que Dios provea a su iglesia más conocimiento y sabiduría en su palabra.
15:00 Para que Dios santifique al ministerio y se muestre como ejemplo.
16:00 Por los enfermos física y espiritualmente.
17:00 Por las necesidades materiales de la iglesia.
18:00 Por la fe de la iglesia, para que cada vez más se entregue a las cosas de Dios.
19:00 Por el crecimiento de la obra de Dios.
20:00 Por todos los enfermos y que Dios haga su voluntad.

Por ello y mucho más que Dios conoce, se da el testimonio de fe y de vida de este varón que con sus manos trabajó los campos, esparció la semilla, la regó, la cuidó y espero en Dios el cual hizo nacer de esas tierras áridas, plantas que llevan mucho fruto, plantas vivas que alaban al Altísimo, que creen y predican la verdad, que guardan los mandamientos y la fe del Señor Jesucristo.

Una mañana fresca, debajo de la sombra de aquel árbol donde suele descansar, entre sus grandes y emotivas historias, en medio de sus dichos llenos de saber, un joven escuchaba a su abuelo, mientras le miró fijamente y en un tono suave, con amor y ahínco, expresó en remembranza las palabras de Juan el Bautista: “Es necesario que yo mengue y que ustedes crezcan”.








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